El avance del gigante asiático en los países de la UE antes incluso de la emergencia sanitaria por el virus alimenta las suspicacias comunitarias
Coronavirus. Crisis. Mascarillas. Esta triada ha vuelto a poner sobre la mesa, de la forma más cruda, lo mucho que España, Europa y Occidente dependen de la fábrica del mundo. Y es que en China se fabrica una gran parte del textil, plástico, electrónica y todo tipo de utensilios que usamos en nuestro día a día; desde el más simple bolígrafo al más complejo iPhone. Sin embargo, la relación va más allá. No todo es el actual puente aéreo de material sanitario para afrontar la emergencia sanitaria. Tampoco la tradicional autopista marítima. Porque incluso antes de la pandemia global, Pekín ya pululaba sus intereses por lo que –visto desde el gigante asiático– no es más que el extremo oeste de Asia.
El menú de China para Europa ya está aquí, con los mayores mercados del Viejo Continente como plato y los más relevantes sectores industriales como ingrediente principal. ¿El resultado? Hoy podrías comprar un coche made in Europe chino de chasis Volvo, ruedas Pirelli, motor Daimler y música del sello Universal Music por banda sonora.
La lista no tiene fin: puertos y aeropuertos, parques eólicos y petrolíferos, equipos y estadios de fútbol, carreteras y vías de tren, rascacielos… China está en todas partes. Apunta a las infraestructuras básicas de Europa. A veces la divide. Ya hay quien teme sus consecuencias. Continuar leyendo “¡Hace tiempo que China despertó! y ¿todavía no se han enterado?”
Coronavirus: por qué el ejemplo de España muestra que el mundo necesitará nuevas cuarentenas
Rafael Barifouse BBC Brasil, Sao Paulo-
Getty Images
Conocer la verdadera dimensión del problema es fundamental para comprender dónde estamos y qué esperar en un futuro cercano
Uno de los principales desafíos científicos a la hora de combatir el nuevo coronavirus es descubrir el tamaño real de la pandemia.
Hoy día, con la dificultad de hacer pruebas masivas, solo nos hacemos una idea de cuántas personas han sido infectadas.
Conocer la verdadera dimensión del problema es fundamental para comprender dónde estamos y qué esperar en un futuro cercano.
Uno de los esfuerzos más robustos para encontrar estas respuestas se está haciendo en España, uno de los países más golpeados por el coronavirus y donde un estudio nacional acaba de publicar sus primeros resultados que señalan, según los expertos consultados por BBC Brasil, que próximas oleadas de contagio y nuevos períodos de cuarentena pueden ser inevitables. Continuar leyendo “Porqué España muestra que el mundo necesitará nuevas cuarentenas”
La desigualdad, exacerbeda en las últimas décadas, es el tema del libro de Thomas Piketty. Samuel Sánchez
Para entender con todas sus consecuencias El capital en el siglo XXI, de Thomas Piketty, hay que aceptar en primer lugar que es algo más que un estudio económico-histórico sobre la desigualdad en el capitalismo realmente existente, por contraposición al capitalismo de laboratorio que se estudia en los asépticos textos de sus apologetas menos dotados. Pero aunque sólo fuera eso, es decir, un análisis de una de las semillas de la desigualdad económica, la aportación de Thomas Piketty ya sería notable. Porque quien esté preocupado por el pensamiento económico percibe que los economistas se ocupan mucho de las supuestas recetas para curar disfunciones sistémicas (paro, inflación, deflación, estancamiento, recesiones), pero se aproximan con más renuencia al problema crucial de la desigualdad, que es, como diría un comunicólogo hipster, “transversal” a todos los mencionados. Como en tantas otras ocasiones, la percepción puede no ser veraz; existen libros sobresalientes sobre la desigualdad (por ejemplo, Sobre la desigualdad económica, de Amartya Sen), pero o bien son formulaciones teóricas, o bien no han conseguido, por razones variadas, calar en una base amplia de lectores u opinantes. El capital en el siglo XXI, en cambio, se presenta como un libro construido para suscitar debate (ya lo ha hecho) en un amplio espectro de lectores. Ofrece una tesis aceptable sobre la desigualdad, fundada en abundante arsenal empírico, y, por tanto, es una oportunidad para instalar el problema en el debate político. Continuar leyendo “El pasado nos marca el futuro… ¿inexorablemente?”
Trabajadores en la cadena de montaje del modelo Mercedes-Benz S-class, en la factoría Daimler Powertrain, en la localidad alemana de Bad Cannstatt, cerca de Stuttgart. REUTERS/Andreas Gebert
¿Qué nos ha enseñado esta crisis? En primer lugar, que los seres humanos en el trabajo no pueden ser reducidos a meros “recursos”. El personal médico y farmacéutico, el personal de enfermería, de reparto, de caja… todas esas personas que nos han permitido sobrevivir durante este periodo de confinamiento son la viva muestra de ello. Esta pandemia ha revelado también cómo el trabajo en sí tampoco puede reducirse a mera “mercancía”. Los servicios de salud, atención y cuidados a colectivos vulnerables son actividades que deberíamos proteger de las leyes del mercado. De no hacerlo, correríamos el riesgo de acentuar aún más las desigualdades, sacrificando a las personas más débiles y necesitadas. ¿Qué hacer para evitar semejante escenario? Hay que permitir a los y las trabajadoras participar en las decisiones, es decir, hay que democratizar la empresa. Y hay también que desmercantilizar el trabajo, es decir, asegurar que la colectividad garantice un empleo útil a todas y todos. En este momento crucial, en el que nos enfrentamos al mismo tiempo a un riesgo de pandemia y a uno de colapso climático, estas dos transformaciones estratégicas nos permitirían no solo garantizar la dignidad de cada persona, sino también actuar colectivamente para descontaminar y salvar el planeta. Continuar leyendo “Manifiesto del Trabajo, Democratizar, Desmercantilizar y Descontaminar”
Los conciertos con la sanidad privada tocan techo: 8.000 millones en un año
El gasto público en servicios privados marca en 2018 su segundo máximo histórico seguido mientras el sanitario total apenas alcanza el nivel precrisis
La serie 2002-2018 muestra cómo la atención hospitalaria ha ganado cuota de inversión mientras la perdía la atención primaria
Cataluña (26%) y Madrid (10%) son las comunidades que más porcentaje de su gasto sanitario público dedican a conciertos
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Los ‘big five’ de las residencias en España naufragan con el virus
Vitalia Home, DomusVi, Orpea, Ballesol y Sanitas Mayores facturan más de 1.000 millones al año cuidando a ancianos: han sido incapaces de protegerlos de la pandemia
Naufragio de los big five o cinco grandes de las residenciasen España con el coronavirus. Vitalia Home, DomusVi, Orpea, Ballesol y Sanitas Mayores facturan juntas más de 1.000 millones de euros al año cuidando a personas mayores en España. Sus cuentas de explotación están en verde: todas arrojan beneficios. No obstante, la pandemia del virus SARS-CoV-2 les ha cogido con el paso cambiado y ahora sus geriátricos están entre los que más contagios presentan y más muertes de ancianos han encajado. Muchos de los centros han tenido que ser rescatados. Con dinero público.
Desinfección de una residencia de mayores en Madrid / EFE
Contactados sus departamentos de prensa, ninguno de los cinco gigantes de los asilos en España ha contestado a las preguntas de este medio sobre: uno, el número de contagios de SARS-CoV-2 en sus centros; y dos, la cifra de fallecimientos por Covid-19, la infección que provoca el patógeno. Solo Vitalia Home, el grupo de Chema Cosculluela, el rey de los asilos en España, admitió 21 muertes en Vitalia Sants y “algunos positivos” más en sus centros de Sant Just y Tordera (Barcelona). En Sant Just Desvern, una portavoz municipal ha precisado a este medio “casos y muertes” en los dos grandes geriátricos de la localidad, el Centro de MayoresVitalia Sant Just y Nuestra Señora de Lourdes. “El Govern no ha colaborado mucho“, ha lamentado la misma fuente. En Tordera, en la misma provincia, la residencia de la firma de Cosculluela obligó al ayuntamiento a activar el protocolo de emergencia [ver aquí] ante 12 positivos y, según su alcalde, “diversas muertes en el municipio”. Continuar leyendo “La Deuda con Nuestros Mayores es Inmensa y les hemos fallado con el COVID-19”
España, con más de 11 000 casos y 491 muertes a 17 de marzo de 2020, tiene una de las mayores cargas de enfermedad coronavirus 2019 (COVID-19) en todo el mundo. En respuesta, su gobierno utilizó un real decreto (463/2020) de 1 declarar una emergencia nacional de 15 días, a partir del 15 de marzo.
Aunque el sistema sanitario español ha afrontado bien durante las 6 semanas desde que se diagnosticó su primer caso, se probará severamente en las próximas semanas, ya que ya existe una transmisión comunitaria generalizada en las regiones más afectadas, Madrid, el País Vasco y Cataluña. El número de nuevos casos en el país está aumentando en más de 1000 cada día. Una crisis como esta ejerce presión sobre todos los bloques de construcción de un sistema de salud, cada uno de los cuales consideramos a su vez. 2
La primera es la gobernanza. La coordinación es crucial en cualquier país, pero especialmente en uno como España en el que la responsabilidad de la salud es de 17 regiones muy diversas. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, creado en 2004, proporciona un mecanismo de coordinación entre los gobiernos nacional y regional. Sin embargo, este mecanismo no ha garantizado que las medidas estén plenamente coordinadas. Así, el País Vasco declaró una emergencia de salud pública antes que cualquier otra región, mientras que Cataluña solicitó un cierre total de la región, incluido el cierre de puertos aéreos, marítimos y terrestres. Madrid, La Rioja y Vitoria prohibieron las reuniones de más de 1000 personas. Estas medidas fueron acompañadas de una serie de medidas de distanciamiento social, entre ellas el cierre de escuelas, universidades, bibliotecas, centros para personas mayores y recintos deportivos, e incluso restringen todo movimiento en algunas de las zonas más afectadas. 3 Continuar leyendo “¿Como será la Resiliencia de Sistema Sanitario Español?”
En 2008 había en España 13.180 empresas de confección de prendas de vestir. En 2019, la cifra era un 30% menor: solo quedaban 9.206. “En Europa ha quedado muy poca fabricación”, resume Alejandro Laquidain, dueño de la compañía catalana Encajes Lakidain. “Algo hay, pero de mayor nivel y con producciones pequeñas. Inditex lo hace fuera. El confeccionista fue el primero que exportó su mano de obra a países baratos”.
La industria de la moda española vive días complejos a causa del coronavirus. De “gran incertidumbre” y “cierto temor” a la caída de ventas en verano. El motivo, reconoce la patronal Fedecon, es que buena parte de su abastecimiento se produce en China. Y que China lleva paralizada desde la vuelta del Año Nuevo Chino, lo cual provoca que la ropa no se esté produciendo ni saliendo de allí y que las empresas vayan poco a poco quedándose sin ‘stock’. Continuar leyendo “En España no hay fábricas para traer de vuelta la producción que se necesita”
Contra Ford, el aborto o la explotación. Otras 5 veces en que las mujeres pararon
Este 8 de marzo no será la primera vez que las mujeres harán huelga para reivindicar sus derechos. Nunca han tenido apoyo de sindicatos y siempre lograron alguna de sus demandas
La huelga de mujeres de Islandia en 1975 es una de las más famosas, pero no la única.
Por primera vez, las mujeres españolas salen a la calle y hacen huelga para reivindicar sus derechos. A lo largo de todo el día se llama a participar a toda la que quiera denunciar la situación de discriminación por razón de género mediante distintas acciones: huelga de 24 horas, paros de dos y no consumir ni cuidar durante todo el día.
Junto a España, otros 40 países llevarán a cabo acciones similares. Sin embargo, no es la primera vez que las mujeres abandonan sus puestos de trabajo o sus tareas domésticas para reivindicar la igualdad de derechos. En Estados Unidos, Reino Unido, Islandia o, más recientemente, Polonia, marchas de feministas ya invadieron las calles en hasta cinco ocasiones en el último siglo. Y todas consiguieron en mayor o menor medida sus demandas. Continuar leyendo “Son Derechos, no Privilegios”
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